1035: Sancho III, Rey de Iberia

El día 18 de octubre de 1035 moría Sancho III el Mayor, el primer gran monarca navarro de la historia. 

Sancho III fue capaz de colocar a su pequeño reino en el primer plano del panorama peninsular, hasta el punto de llegar a controlar un extenso territorio que comprendía Navarra, parte de Gascuña, Castilla, los condados de Sobrarbe y Ribagorza, el condado de Aragón y el reino de León. 

A Sancho III le llamaban, no sin razón, Rey de Iberia, título que mereció sin recurrir apenas a las armas. Sus anexiones se fundamentaron en alianzas matrimoniales y acuerdos políticos, logrando exprimir con oportunismo las huellas de remotos derechos familiares sobre los territorios en conflicto dinástico. 

A pesar de su habilidad diplomática, no era en absoluto un mal guerrero y por su brío con la espada había merecido el sobrenombre de «cuatro manos».

A Sancho III el Mayor se le reconoce una voluntad europeísta. En pleno siglo XI, el europeísmo poco tenía que ver con un mercado o una moneda única. 

Se trataba, más bien, de un acercamiento cultural, de una alianza natural de los reinos europeos en torno a sus raíces comunes, que no eran otras que las cristianas. En este sentido, la amistad de Sancho III con el abad de Ripoll, Oliba, más tarde obispo de Vich, le acercó a la orden de Cluny, que por entonces extendía por Europa su reforma de las órdenes monacales. 

Los monasterios de la orden de Cluny se convirtieron en nuevos poderes fácticos que influyeron en las costumbres sociales, las relaciones jurídicas e incluso la forma de hacer la guerra. La influencia de Cluny, con la activa labor del abad Oliba, instauró la llamada Tregua de Dios, que implicaba introducir un sentido cristiano en las normas de la caballería, evitando los saqueos y el ensañamiento.

Sancho III fue, en definitiva, el español más poderoso de su tiempo. 

Aglutinó todos los reinos de España y por eso se puede afirmar que de él descienden todos los reyes posteriores. 

¡Qué mayor muestra de hispanidad que ser tronco común de todas las monarquías venideras!


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2 comentarios:

  1. Eso es para que nos demos cuenta de lo interrelacionados que estan todos los pueblos de la Península Ibérica. Da lo mismo que seamos andaluces, catalanes o navarros, nuestro destino es común, lo mismo que nuestra historia.

    Un saludazo.

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