1947: Charles Yeager, y la velocidad del sonido

El primer hombre que rompiĆ³ la barrera del sonido, el as entre los aviadores norteamericanos que se jugaron la vida en los cielos de Alemania y Corea, como pilotos de pruebas y finalmente en la NASA. Una carrera hacia la cima de una pirĆ”mide en la que para superar cada escalĆ³n se tenĆ­a que superar una prueba.

Charles Elwood "Chuck" Yeager (Myra, Estados Unidos, 13 de febrero de 1923) es un piloto estadounidense considerado como la primera persona en superar la velocidad del sonido en una aeronave.

Yeager naciĆ³ en una familia modesta de Virginia Occidental  y se enrolĆ³ en el ejĆ©rcito en 1939, sirviendo como mecĆ”nico de aviones. enseguida demostrĆ³ un excepcional talento natural a los mandos de una aeronave. Destinado al Reino Unido en 1944

Yeager superĆ³ un escalĆ³n -prefiere hablar de «deber»- cuando Ć©l, un paleto de Virginia Occidental, obtuvo las alas de piloto , otro con su primer alemĆ”n derribado... y el siguiente en las montaƱas de los Pirineos, que cruzĆ³ en marzo de 1944 huyendo de los nazis despuĆ©s de que su Mustang P-51 fuera abatido sobre el sur de Francia. Ocultado por la resistencia y conducido por un guĆ­a que cobrĆ³ 13.000 francos, la Guardia Civil lo condujo a Sort.

«El maquis nos llevĆ³ hasta la frontera y nos dijeron que siguiĆ©ramos. Fueron cuatro dĆ­as caminando por la nieve sin nada que comer y con los alemanes patrullando. Pero yo crecĆ­ en una zona montaƱosa muy similar, de niƱo cazaba ardillas para comer. Y no hay alemĆ”n que pueda atrapar a un west virginian en un bosque», explicaba Yeager. A sus 87 aƱos mĆ”s chulo que un ocho cuando cree que toca, que es casi siempre.

«SabĆ­amos -continĆŗa su relato- que, una vez en EspaƱa, nadie nos dispararĆ­a. TenĆ­amos instrucciones de que si Ć©ramos derribados debĆ­amos intentar llegar a Suecia, Suiza o EspaƱa». Los pilotos americanos recibĆ­an aquĆ­ un trato de favor, y a mediados de mayo ya estaba en Inglaterra de nuevo. «La Guardia Civil me dio de beber con un objeto del que salĆ­a el agua a chorro -¿una bota? ¿un botijo?-, me tratĆ³ bien y llamaron al consulado americano».

Los pilotos de las USAAF eran una bendiciĆ³n para el rĆ©gimen de Franco.  «No importa. EspaƱa no tenĆ­a acceso a petrĆ³leo y mi paĆ­s iba corto de pilotos. Pero sĆ­ tengo alguna curiosidad por saber cuĆ”l fue mi precio en litros de gasolina».

Las reglas dictaban que un piloto evadido no podĆ­a volver a combatir sobre territorio enemigo. «Si te derribaban otra vez te podĆ­an interrogar y descubrir las redes clandestinas de evasiĆ³n». Pero Yeager no parĆ³ hasta que levantaron el veto. «HabĆ­a volado en cinco misiones y habĆ­a derribado un solo aviĆ³n. TenĆ­a que combatir mĆ”s, aĆŗn no habĆ­a cumplido mi deber». Con su P-51 derribĆ³ 13 aviones (oficialmente, 12,5): entre ellos, cinco en un dĆ­a (el primer norteamericano en lograrlo), un entonces revolucionario jet Me-262...

«No fue muy deportivo por mi parte. El Me-262 no era un aviĆ³n tan bueno, no podĆ­a hacer giros cerrados, tenĆ­a media hora de autonomĆ­a y cuando aterrizaba era vulnerable. Regresaba de una misiĆ³n en Alemania cuando vi dos Me-262, me situĆ© detrĆ”s de ellos y les seguĆ­ -dibuja la maniobra con sus manos quemadas-. Eran 130 kilĆ³metros por hora mĆ”s rĆ”pidos pero tenĆ­an que aterrizar. Llegaron a su base y les disparĆ© cuando estaban a 200 metros de la pista. SĆ­, no fue muy deportivo, pero asĆ­ es la guerra. Lo peor fueron los antiaĆ©reos, pero como iba tan bajo se dispararon ellos mismos e hicieron explotar sus propios hangares». RĆ­e. ¿Que sentĆ­a al matar a un piloto alemĆ”n? «Yo luchaba por mi paĆ­s y ellos por el suyo, asĆ­ que no habĆ­a acritud», dice. «Bueno, ustedes ademĆ”s luchaban por las libertades, eso es una pequeƱa diferencia, ¿no?» «Mm», responde.

Yeager continuĆ³ en las Fuerzas AĆ©reas de los Estados Unidos  (USAF) despuĆ©s de la guerra, convirtiĆ©ndose en piloto de pruebas y siendo finalmente seleccionado para volar con el aviĆ³n propulsado con cohetes Bell X-1, en el programa del ComitĆ© Nacional Consultivo de AeronĆ”utica (NACA), precursora de la NASA, para la investigaciĆ³n del vuelo de alta velocidad. Yeager rompiĆ³ la barrera del sonido el 14 de octubre de 1947, volando con el X-1 experimental a Mach 1 y a una altura de 45.000 pies (13.700 metros). Dos noches antes del vuelo histĆ³rico, Yeager se rompiĆ³ dos costillas  mientras montaba a caballo. TenĆ­a tanto miedo a que le reemplazaran en la misiĆ³n que se desplazĆ³ al pueblo vecino para tratarse y sĆ³lo se lo explicĆ³ a su amigo Jack Ridley. Ridley construyĆ³ un dispositivo con un palo de escoba que permitiĆ³ a Yeager cerrar la cabina del aviĆ³n X-1, bautizado Glamorous Glennis en honor a su esposa, y que estĆ” expuesto en el Museo del Aire y el Espacio del Instituto Smithsonian.

Yeager rompiĆ³ muchas otras barreras de velocidad y batiĆ³ numerosos rĆ©cordes de altura. Fue tambiĆ©n uno de los primeros pilotos estadounidenses en volar con un MiG-15 despuĆ©s de que el piloto norcoreano desertara junto con el aparato a Corea del Sur. Durante la Ćŗltima mitad de 1953, Yeager se involucrĆ³ con el equipo de las Fuerzas AĆ©reas de los Estados Unidos que trabajaba con la aeronave Bell X-1A, diseƱado para sobrepasar Mach 2 en vuelo a nivel. Asimismo, el 20 de noviembre, la NACA y su piloto Scott Crossfield fueron los primeros en volar al doble de la velocidad del sonido con el McDonnell Douglas Skyrocket. En vista de este hecho, Ridley y Yeager decidieron batir el rĆ©cord de velocidad de Crossfield en una serie de vuelos. No sĆ³lo batieron a Crossfield sino que lo consiguieron a tiempo para modificar las celebraciones del 50Āŗ aniversario del primer vuelo de la historia y que habrĆ­an nombrado a Crossfield la persona mĆ”s rĆ”pida sobre la tierra.

Yeager fue el primer hombre que volĆ³ mĆ”s rĆ”pido que el rugido de un trueno y formĆ³ a generaciones de pilotos de pruebas. Estos, a pilotos militares, y estos, a los civiles. primero imitaron y despuĆ©s transmitieron el acento de las montaƱas de Virginia Occidental de Yeager, que se convirtiĆ³ en el dialecto del gremio, el inglĆ©s mascullado por los pilotos cuando dicen por los altavoces «seƱores pasajeros, atravesaremos unas turbulencias...»

En 1962 fundĆ³ la Escuela de Pilotos de InvestigaciĆ³n Aeroespacial de la USAF, entrenando astronautas para la NASA y la USAF.

Fue precisamente un accidente con uno de los aviones de la escuela el que puso fin a sus intentos de batir rĆ©cords.se le fue la olla con el NF-104A con el que intentĆ³ batir en 1963 el rĆ©cord de altura de los soviĆ©ticos. A 31.700 metros su aviĆ³n levantĆ³ demasiado el morro, cayĆ³ en barrena y se pegĆ³ un glorioso castaƱazo. Su casco se incendiĆ³ y le quemĆ³ media cara, y se tuvo que arrancar con un cuchillo un guante fundido (y con Ć©l parte de dos dedos).

Entre diciembre de 1963 y enero de 1964 Yeager completĆ³ cinco vuelos con el aviĆ³n de la NASA M2-F1.

De sus pilotos de Muroc Field salieron 26 astronautas. Ɖl no lo fue. «No tenĆ­a tĆ­tulo universitario. Pero ademĆ”s yo no querĆ­a ser astronauta, porque van metidos en su cĆ”psula y no vuelan». SĆ­ siguiĆ³ en el frustrado programa de las fuerzas aĆ©reas para enviar aviones al espacio exterior: «EntrenĆ”bamos a pilotos que subĆ­an a 100.000 pies de altura y con gravedad cero. Nosotros hacĆ­amos eso, pero la AdministraciĆ³n decidiĆ³ que ya que los soviĆ©ticos renunciaban a las armas espaciales, nosotros debĆ­amos retirar a los militares del espacio. Era una analogĆ­a estĆŗpida»

En 1966 tomĆ³ el control de la 405ĀŖ Ala de Vuelo, unidad desplegada al sur de Vietnam y al sudeste asiĆ”tico. AllĆ­ completĆ³ 414 horas de vuelo de combate, principalmente en el bombardero ligero B-57. En 1968 Yeager fue ascendido al rango de General de Brigada y fue destinado como 2Āŗ Jefe de la DecimosĆ©ptima Fuerza AĆ©rea en julio del siguiente aƱo.

En 1975, despuĆ©s de ser destinado en Alemania y PakistĆ”n, se retirĆ³ de las Fuerzas AĆ©reas en la base aĆ©rea de Norton, pero siguiĆ³ volando para la USAF y la NASA como piloto de pruebas asesor en la base de la Fuerza AĆ©rea de Edwards, en California.

El 14 de octubre de 1997, en el 50Āŗ aniversario de su vuelo histĆ³rico, Yeager volĆ³ con un nuevo Glamorous Glennis, un F-15, a Mach 1 con el Teniente Coronel Troy Fontaine, y seguidos por el F-16 pilotado por Bob Hoover, famoso piloto de exhibiciĆ³n aĆ©rea y "competidor" de Yeager en la carrera para sobrepasar por primera vez la velocidad del sonido. Este fue el Ćŗltimo vuelo oficial de Yeager en las Fuerzas AĆ©reas, para el que sus Ćŗltimas palabras en el discurso de despedida fueron "todo lo que yo soy, se lo debo a las Fuerzas AĆ©reas". En 2005, al General de Brigada Yeager le fue atorgada la segunda Estrella de General.

Yeager, que no asistiĆ³ nunca a la Universidad y que siempre se mostrĆ³ modesto con su carrera, es considerado uno de los mejores pilotos de todos los tiempos. A pesar de su falta de educaciĆ³n superior, Yeager ha dado siempre apoyo para la educaciĆ³n en su estado natal. Por otra parte, el aeropuerto Yeager, en Charleston (Virginia Occidental), lleva su nombre, al igual que el puente General Chuck Yeager que cruza el rĆ­o Kanawha. Yeager fue presidente del Programa Ɓguila Joven de la AsociaciĆ³n de AviaciĆ³n Experimental (EAA). Yeager tambiĆ©n fue miembro de la comisiĆ³n investigadora de la explosiĆ³n del transbordador espacial Challenger durante la misiĆ³n STS-51-L.

Se dicho que el piloto alemĆ”n Hans Guido Mutke fue la primera persona en sobrepasar la barrera del sonido el 9 de abril de 1945 en un Messerschmitt Me 262. AdemĆ”s, al igual que el alemĆ”n, muchos creen que el primer piloto americano en superar Mach 1 fue George Welch en un XP-86  dos semanas antes que Yeager y de nuevo 30 minutos despuĆ©s. Pero la USAF proclama que el X-1 fue el primer aviĆ³n en superar la barrera del sonido en vuelo a nivel.












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