1920: ¡Viva la Muerte! - oficiales Africanistas

Melilla ya no es Melilla/ Melilla es un matadero”. Los versos del romance popular expresan perfectamente la situación colonial española en el primer cuarto del siglo XX. La Guerra de África era una sangría brutal –en el Desastre de Annual murieron casi 10.000 reclutas– que provocaba conflictos políticos tan graves como la Semana Trágica de Barcelona, porque los jóvenes no querían ir al “matadero”. 

Todas las potencias coloniales usaban tropas profesionales. España ya disponía de mercenarios indígenas, los Regulares, pero necesitaba de un cuerpo europeo de toda confianza. El modelo sería la Legión Extranjera francesa, y se le encomendó a un oficial con experiencia en Regulares, el teniente coronel Millán Astray. 

José Millán Astray era un personaje estrambótico, muchos le creían realmente loco. Tan valiente y despiadado como los caudillos de la antigüedad, era muy moderno como comunicador, una criatura mediática que conocía el partido que se le puede sacar a las extravagancias, los símbolos y las ideas simplistas. Era el hombre que le podía dar rápidamente carácter a un cuerpo de nueva creación. Su lema “¡Viva la muerte!”lo decía todo. El que se metiera a legionario ya sabía a lo que iba. 

El 4 de septiembre de 1920 se creó por Real Decreto el Tercio de Extranjeros, pero a diferencia del modelo francés de la Legión Extranjera, los mercenarios alistados serían siempre mayoritariamente españoles, en un 90%. La mística de novios de la muerte que les infundió Millán Astray iba acompañada de una estricta y eficaz formación militar. 

Pronto consiguieron algo que no lograba el Ejército español en África, ser temidos por el enemigo. Lo lograron no sólo siendo bravos, sino también crueles, hacían las mismas barbaridades que los moros, mutilaban los cadáveres de los adversarios y jamás dejaban atrás un muerto propio que pudiera ser profanado. 

Millán Astray iba perdiendo partes de su cuerpo físico –un brazo, un ojo, un trozo de mandíbula– según iba creciendo su cuerpo místico. E incorporó a la Legión como su álter ego a un joven comandante de aspecto melifluo pero de carácter durísimo y muy buen organizador llamado Francisco Franco. ¡Lo que faltaba! 

La Legión tuvo un papel protagonista en la pacificación de Marruecos, pero su trascendencia histórica saldría del marco colonial, pues fue el vivero de una nueva casta de oficiales llamados “africanistas”. 

Durante todo el siglo XIX muchos oficiales del Ejército habían jugado un papel progresista. Todas las revoluciones, los pronunciamientos contra el absolutismo, tuvieron protagonistas militares. Pero los africanistas eran de otra clase; cortados del contacto con el pueblo español, puesto que no mandaban reclutas sino mercenarios, los oficiales de la Legión y los regulares desarrollaron un desprecio por las normas civiles, una ideología integrista, un patriotismo enfermizo. 

Y en 1934, el Gobierno de la República les dio protagonismo en los asuntos internos de España. La Revolución de Octubre, considerada por muchos historiadores un ensayo de la Guerra Civil, había tenido diferente suerte. 

En Cataluña, el levantamiento nacionalista de Esquerra Republicana duró un día. Bastó la Guardia Civil, la Guardia de Asalto y un bombardeo de artillería sobre la Generalitat para que Companys se rindiera con los mozos de escuadra.

Pero en Asturias, los mineros socialistas era gente dura, sabían manejar la dinamita. El Gobierno recurrió entonces a su fuerza más aguerrida, el Ejército de África. Puso la operación a cargo del general Franco, y éste envió a la conquista de Asturias a un coronel de la Legión llamado Yagüe, que llevaba gafas pero no era precisamente un intelectual. 

Le costó dos semanas de duros combates llegar a Oviedo, donde los legionarios lucharon con los obreros cuerpo a cuerpo durante tres días. Ganaron los legionarios. Se habían puesto en danza los protagonistas de la cercana Guerra Civil. 

Autor luis reyes










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2 comentarios:

  1. No veo fotos de decapitaciones ni comentarios condenatorios a las aberraciones del ejército de Africa cuando violaron y pasaron por cuchillo a los fieros "rifeños" (termino de ellos) "lanzacartuchos" (patético comentar solo esto del alzamiento) de Asturias, nada a ver con el (justo) tratamiento a las masacres del comunismo, encima con videos de Intereconomía, conocidos por su sesgo retroespañolista y su falta de escrúpulos informativos. ¿Debo suponer que hay un sesgo a la derecha española y la mística militarista en el blog con muertes de primera y de segunda? Me resulta muy preocupante.

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    1. lo que deberia preucuparte es tu falta de atencion al leer.

      dices:
      No veo fotos de decapitaciones ni comentarios condenatorios a las aberraciones del ejército de Africa cuando violaron y pasaron por cuchillo a los fieros "rifeños" (termino de ellos)

      parrafo del articulo:
      Pronto consiguieron algo que no lograba el Ejército español en África, ser temidos por el enemigo. Lo lograron no sólo siendo bravos, sino también crueles, hacían las mismas barbaridades que los moros, mutilaban los cadáveres de los adversarios y jamás dejaban atrás un muerto propio que pudiera ser profanado.

      otro parrafo a continuacion:
      los oficiales de la Legión y los regulares desarrollaron un desprecio por las normas civiles, una ideología integrista, un patriotismo enfermizo.


      dices:
      "lanzacartuchos" (patético comentar solo esto del alzamiento) de Asturias, nada a ver con el (justo) tratamiento a las masacres del comunismo.

      parrafo del articulo:
      en 1934, el Gobierno de la República les dio protagonismo en los asuntos internos de España. La Revolución de Octubre, considerada por muchos historiadores un ensayo de la Guerra Civil, había tenido diferente suerte.

      En Cataluña, el levantamiento nacionalista de Esquerra Republicana duró un día. Bastó la Guardia Civil, la Guardia de Asalto y un bombardeo de artillería sobre la Generalitat para que Companys se rindiera con los mozos de escuadra.

      Pero en Asturias, los mineros socialistas era gente dura, sabían manejar la dinamita. El Gobierno recurrió entonces a su fuerza más aguerrida, el Ejército de África. Puso la operación a cargo del general Franco, y éste envió a la conquista de Asturias a un coronel de la Legión llamado Yagüe, que llevaba gafas pero no era precisamente un intelectual.

      Le costó dos semanas de duros combates llegar a Oviedo, donde los legionarios lucharon con los obreros cuerpo a cuerpo durante tres días. Ganaron los legionarios. Se habían puesto en danza los protagonistas de la cercana Guerra Civil.

      dices :
      encima con videos de Intereconomía, conocidos por su sesgo retroespañolista y su falta de escrúpulos informativos. ¿Debo suponer que hay un sesgo a la derecha española y la mística militarista en el blog con muertes de primera y de segunda? Me resulta muy preocupante.


      esto no te lo voy a contestar pues creo que ya quedas bastante retratado en las anteriores citas.



      un saludo.

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