1885: Firma del Pacto del Pardo entre Canovas y Sagasta
Pocas veces se han dado en la historia política casos como el de Antonio Cánovas del Castillo y Práxedes Mateo Sagasta
Ideológicamente opuestos, amigos personales de gran confianza y protagonistas de un acuerdo a largo plazo, que durante varios años permitió que España superara situaciones extremadamente difíciles.
El 24 de noviembre de 1885 se firmaba el Pacto de El Pardo, en el que se desarrollaba el proyecto político denominado «turnismo», de alternancia por turno entre los dos grandes partidos. el pacto se firmo en vísperas de la muerte del rey Alfonso XII, entre Cánovas del Castillo y Práxedes Mateo Sagasta, líderes respectivos de los dos partidos más importantes de la Restauración monárquica, el Partido Conservador y el Partido Liberal, con el propósito de apoyar la regencia de María Cristina de Habsburgo-Lorena (embarazada del futuro rey Alfonso XIII) y garantizar la continuidad de la monarquía ante la difícil situación creada por la prematura muerte del joven monarca, sobre todo, teniendo en cuenta las fuertes presiones por parte de los carlistas y de los republicanos.
La Constitución de 1876 convirtió a España, al menos en el plano teórico, en una monarquía parlamentaria.
Cánovas era el líder del Partido Conservador , apoyaba el bipartidismo y la alternancia, e impulsó a su amigo Práxedes Mateo Sagasta a crear un Partido Liberal y postergó cuanto pudo la instauración del sufragio: en 1878 se estableció en voto restringido, y sólo en 1890 el universal masculino.
El 24 de noviembre de 1885 se firmaba el Pacto de El Pardo, en el que se desarrollaba el proyecto político denominado «turnismo», de alternancia por turno entre los dos grandes partidos. el pacto se firmo en vísperas de la muerte del rey Alfonso XII, entre Cánovas del Castillo y Práxedes Mateo Sagasta, líderes respectivos de los dos partidos más importantes de la Restauración monárquica, el Partido Conservador y el Partido Liberal, con el propósito de apoyar la regencia de María Cristina de Habsburgo-Lorena (embarazada del futuro rey Alfonso XIII) y garantizar la continuidad de la monarquía ante la difícil situación creada por la prematura muerte del joven monarca, sobre todo, teniendo en cuenta las fuertes presiones por parte de los carlistas y de los republicanos.
La Constitución de 1876 convirtió a España, al menos en el plano teórico, en una monarquía parlamentaria.
Cánovas era el líder del Partido Conservador , apoyaba el bipartidismo y la alternancia, e impulsó a su amigo Práxedes Mateo Sagasta a crear un Partido Liberal y postergó cuanto pudo la instauración del sufragio: en 1878 se estableció en voto restringido, y sólo en 1890 el universal masculino.
Sagasta, en cambio, procedía de lo que cabía considerar la izquierda de la época: este ingeniero de caminos había participado de la sublevación del Cuartel de San Gil, aplastada por Serrano y O’Donnell, un motín que tenía por finalidad destronar a Isabel II; y por ello había sido juzgado y condenado a muerte, aunque había conseguido exiliarse en Francia. Tras la caída de la Reina en 1868, Sagasta regresó a España y fue ministro de Gobernación del mismo general Serrano que le había perseguido, y presidente del Consejo de Ministros con Amadeo de Saboya. Volvió a ocupar ese cargo en los últimos tiempos de la Primera República, en 1874, en los meses previos a la Restauración borbónica.
Sagasta fundó el Partido Liberal en 1880. La alternancia turnista en el poder a partir del Pacto de El Pardo se cumplió rigurosamente hasta el asesinato de Cánovas por el anarquista italiano Michele Angiolillo en 1897. Sagasta, que ya había sido presidente entre 1881 y 1883, sucediendo a Cánovas, ocupó el cargo nuevamente en 1885-1890, 1892-1895 y, tras la muerte de su amigo y rival, en los periodos 1897-1899 y 1901-1902.
Cánovas presidió el Consejo en 1890-1892 y en 1895-1897.
Está claro que el sistema podría haber ido mucho más allá, ya que Sagasta, el mayor ejemplo de supervivencia política de toda la historia de España, que había sido responsable como jefe de gobierno del Desastre del 98, volvió a ser elegido en 1901.
Sagasta fundó el Partido Liberal en 1880. La alternancia turnista en el poder a partir del Pacto de El Pardo se cumplió rigurosamente hasta el asesinato de Cánovas por el anarquista italiano Michele Angiolillo en 1897. Sagasta, que ya había sido presidente entre 1881 y 1883, sucediendo a Cánovas, ocupó el cargo nuevamente en 1885-1890, 1892-1895 y, tras la muerte de su amigo y rival, en los periodos 1897-1899 y 1901-1902.
Cánovas presidió el Consejo en 1890-1892 y en 1895-1897.
Está claro que el sistema podría haber ido mucho más allá, ya que Sagasta, el mayor ejemplo de supervivencia política de toda la historia de España, que había sido responsable como jefe de gobierno del Desastre del 98, volvió a ser elegido en 1901.
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