Ronald Reagan (1911-2004), uno de los más destacados líderes políticos del siglo XX. Su política de confrontación con la URSS –el Imperio del Mal, según sus propias palabras– hizo que el mundo libre saliera victorioso de la Guerra Fría. Por otro lado, las medidas liberalizadoras que aplicó en el terreno económico sacaron de la crisis y el sopor a EEUU y sirvieron de modelo a numerosos gobernantes del todo el mundo. Además,recupero el orgullo de sus compatriotas tras el gran desastre de Vietnam y las pequeñas humillaciones de Carter el breve ,hizo que los norteamericanos volvieran a creer en los ideales de la Revolución que protagonizaron sus ancestros hace ya más de dos siglos; que volvieran a creer, en suma, en las enormes posibilidades que brinda la libertad a aquellos que están dispuestos a luchar por ella.
Como dijo Lech Walesa, líder del legendario sindicato anticomunista polaco Solidaridad y posteriormente presidente de su país, Reagan fue un gran comunicador no porque dijera cosas de un modo inusual, “sino porque decía grandes cosas, cosas que eran verdad y que era preciso decir”.
Muchos de los que ahora aceptan a regañadientes la realidad de sus éxitos fueron sus críticos y enemigos implacables.
Mientras ocupó el cargo, fue uno de los más denigrados en dos siglos de historia por la oposición llamada allí liberal, que viene a coincidir con los que en Europa se denominan socialdemócratas. Los intelectuales de esta tendencia, todavía mayoritarios en sus años de Washington, 1982-1990, lo hicieron objeto de toda clase de escarnios. El más recordado hoy es el de “amable zoquete”.
La temerosa opinión europea, dispuesta ayer como hoy a ceder ante los enemigos de nuestras libertades, se burló de su definición del comunismo como el Imperio del Mal, y se resistió como pudo al rearme de la “Guerra de las Galaxias” y la instalación de misiles de medio alcance en nuestro Continente.
Pero Reagan, casi siempre con fortuna, campeó contra los adversarios de Occidente: apoyó a Margaret Thatcher contra los dictadores argentinos, derrotó dictadorzuelos del Caribe, mostró firmeza en Oriente Medio, y, sobre todo, consiguió poner a los soviéticos contra las cuerdas. Fue un gran comunicador, un hombre honrado, afable y con un gran sentido del humor.
Ronald Wilson Reagan fue el segundo hijo de Nelle Wilson y Jack Reagan. Nació el 6 de febrero de 1911 en Tampico, Illinois, si bien siempre tuvo a la cercana Dixon (donde se asentaron los Reagan en 1920) como su patria chica. Su padre –“un vendedor de zapatos intermitentemente desempleado, bebedor y bromista”, al decir de Paul Johnson- le puso el mote de Dutch porque parecía “un pequeño regordete holandés”.
Como dijo Lech Walesa, líder del legendario sindicato anticomunista polaco Solidaridad y posteriormente presidente de su país, Reagan fue un gran comunicador no porque dijera cosas de un modo inusual, “sino porque decía grandes cosas, cosas que eran verdad y que era preciso decir”.
Muchos de los que ahora aceptan a regañadientes la realidad de sus éxitos fueron sus críticos y enemigos implacables.
Mientras ocupó el cargo, fue uno de los más denigrados en dos siglos de historia por la oposición llamada allí liberal, que viene a coincidir con los que en Europa se denominan socialdemócratas. Los intelectuales de esta tendencia, todavía mayoritarios en sus años de Washington, 1982-1990, lo hicieron objeto de toda clase de escarnios. El más recordado hoy es el de “amable zoquete”.
La temerosa opinión europea, dispuesta ayer como hoy a ceder ante los enemigos de nuestras libertades, se burló de su definición del comunismo como el Imperio del Mal, y se resistió como pudo al rearme de la “Guerra de las Galaxias” y la instalación de misiles de medio alcance en nuestro Continente.
Pero Reagan, casi siempre con fortuna, campeó contra los adversarios de Occidente: apoyó a Margaret Thatcher contra los dictadores argentinos, derrotó dictadorzuelos del Caribe, mostró firmeza en Oriente Medio, y, sobre todo, consiguió poner a los soviéticos contra las cuerdas. Fue un gran comunicador, un hombre honrado, afable y con un gran sentido del humor.
Ronald Wilson Reagan fue el segundo hijo de Nelle Wilson y Jack Reagan. Nació el 6 de febrero de 1911 en Tampico, Illinois, si bien siempre tuvo a la cercana Dixon (donde se asentaron los Reagan en 1920) como su patria chica. Su padre –“un vendedor de zapatos intermitentemente desempleado, bebedor y bromista”, al decir de Paul Johnson- le puso el mote de Dutch porque parecía “un pequeño regordete holandés”.
Tuvo una infancia insegura, con diez cambios de residencia en sus primeros años, que quizás le hicieran refugiarse en el sentido del humor que le caracterizó, y forjar la seguridad que tenía en sí mismo.
Tras cursar estudios (1928-32) de economía y sociología en el Eureka College (donde encabezó una huelga contra el recorte del currículo cuando era alumno de primer año) se pone a trabajar como locutor en la WOC. El director de esta pequeña emisora radiofónica de Iowa se queda impresionado con la capacidad del joven Reagan para repetir de memoria partidos enteros de fútbol americano.
En 1935 se alista en el Ejército, y dos años más tarde –ya en Los Ángeles- se adentra en el mundo del cine, tras firmar un contrato con la Warner por 200 dólares semanales. Love is on the air fue el primer título de la extensa filmografía reaganiana, que comprende medio centenar de películas (53, para ser exactos, y una serie de televisión). “Era una verdadera estrella del cine de clase B”, relata Johnson en su imprescindible Estados Unidos. La historia (Vergara, 2001), “que se aprendía los diálogos rápidamente, siempre llegaba puntual al estudio, era agradable, obediente con el director [y] amable con sus colegas”.
Se inscribe en el Sindicato de Actores en 1938, organización que presidirá durante 14 años (1946-60). Dos años después contrae matrimonio con la actriz Jane Wyman, con quien tendrá dos hijos: Maureen (1941) y Christine (1947), que murió nada más nacer. Además, adoptaron a otro niño: Michael, en 1945. La pareja se divorciará en 1949.
Las Fuerzas Armadas requieren de sus servicios durante la II Guerra Mundial. Queda encuadrado en el Army Air Corps Intelligence First Motion Picture Unit, y participa en varias películas gubernamentales –por ejemplo, Rear Gunner- concebidas para elevar la moral de las tropas.
En coherencia con su ideario (de centro izquierda por aquel entonces, aunque fervientemente anticomunista), testificará ante la comisión del FBI que investigaba la penetración comunista en Hollywood (septiembre de 1941) y ante el Comité de Actividades Antiamericanas (octubre de 1947).
En 1948 vota demócrata por última vez –a Harry S. Truman-. En adelante se decantará en todas las elecciones presidenciales por los candidatos republicanos, si bien no se afiliará al Great Old Party (GOP) hasta 1962
reconoce que “derramé lágrimas de sangre por las causas progresistas”. Era especialmente crítico con las grandes empresas, lo que unido a su fuerte defensa de los “derechos de los Estados” le llevó al partido de Roosevelt.
En 1952 se casa con la actriz Nancy Davis, que le dará dos hijos: Patti (1952) y Ronald Prescott (1958).
A partir de los años 50 hará campaña siempre por el candidato a la Casa Blanca más anticomunista , una posición moral que marcaría su vida y la de millones de personas. Una neumonía que casi acaba con su vida, su divorcio con Jane Wyman y su disgusto con la marcha demasiado izquierdista que estaba adoptando el gremio de actores le llevaron a abandonar la gran pantalla, para convertirse en el portavoz de la General Electric.
Allí, en contacto directo con las cortapisas que el gobierno le pone al desarrollo empresarial, se dio cuenta de la inanidad e injusticia de muchas regulaciones, y de que el verdadero enemigo de la libertad personal no son las grandes empresas, sino el gobierno.
En 1964 salió derrotado , Barry Goldwater, lo que llevó al partido Republicano a un cierto desánimo. Fue en ese momento en el que Reagan, para ayudar al que ya era su partido a levantar los ánimos, pronunció Tiempo para Elegir, lo que se conoce como El Discurso, en el que expuso con elocuencia y convicción, pero con calidez y su característico humor, las ideas que marcaron su presidencia: libertad, responsabilidad individual, desconfianza del gobierno, condena del totalitarismo. Su rotundo éxito llevó a varios empresarios a proponerle dar el salto a la política, como candidato republicano para gobernador de California. Ganó las elecciones de 1966 en un Estado que no se acercaba a la quinta economía del mundo en que Reagan le convirtió. Fue precisamente su política de bajos impuestos y escasa regulación lo que transformó la economía californiana e hizo de ese Estado un sinónimo de éxito económico. Se labró una reputación de administrador fiable, cauteloso y eficaz, lo que, junto a sus innegables dotes de comunicador, le valió la reelección en 1970. no se presentó a las de 1974, que tenía ganadas, para prepararse el salto a la Presidencia de los Estados Unidos.Cuando abandonó el cargo , las arcas de Sacramento tenían un superávit de 550 millones de dólares
Reagan venció la convención republicana, pese a que era un candidato anómalo, un outsider de avanzada edad para ser candidato. De hecho se convirtió con 70 años en la persona de mayor edad en alcanzar la presidencia. Pero se vio favorecido por una creciente oposición, que comenzó ya en los 60’, a los excesos y fracasos del Estado de Bienestar, a las regulaciones, a la inflación, a los altos impuestos. Y aludió valores que habían sufrido en los últimos años, como la familia o el patriotismo, además de saber insuflar optimismo en una sociedad cansada. El éxito en su primera elección, de 1981, fue rotundo, y eso que también se presentó otro candidato republicano, John Anderson, que recabó nada menos que el 7% de los votos. Sólo William Taft en 1912 y Herbert Hoover en 1932 habían perdido la reelección con mayor porcentaje de votos que Jimmy Carter.
Nada más llegar a la Presidencia, puso en marcha la Ley Fiscal de Recuperación Económica, que rebajaba el tipo marginal máximo del 70% al 50% y el resto hasta el 25%, así como los gravados sobre las ganancias del capital. Pero su propuesta fiscal era más ambiciosa. Un Congreso dominado por los Demócratas y una revuelta en su propio partido le impidieron rebajar el gasto como hubiera deseado (aunque él nunca lo hubiera hecho en las partidas de Defensa y Sanidad, que aumentó notablemente). Finalmente pactó con el Congreso en 1986 una rebaja de impuestos que llevó al tipo máximo al 28%, la reducción del número de tramos de 14 a dos y librar a 6 millones de estadounidenses con menores ingresos de contribuir al fisco. Al mismo tiempo, inició una política de desregulaciones que no llegaron a todos los sectores, pero que liberaron a la economía norteamericana de gran parte de los grilletes que la detenían.
Los sindicatos, para debilitar a quien veían como un peligro para sus privilegios, le plantearon un órdago con la huelga ilegal de controladores aéreos. Ronald Reagan aceptó el órdago despidiéndolos a todos y contratando nuevos controladores, medida que asentaría su posición y su decisión de seguir adelante con las reformas. El éxito fue enorme. La economía creció en un tercio en términos reales, se crearon 19 millones de empleos a los que se sumarían otros 7 millones bajo George Bush padre, especialmente en los sectores desregulados y con poco peso de los sindicatos; la tasa de desempleo se rebajó al 5,2%. Asimismo la inflación cayó del 12,5% al 4,4%. No es de extrañar que al volver a someterse a la confianza de los ciudadano le eligiera el 59% de los votantes.
Su política exterior estuvo marcada por el anticomunismo. Tuvo errores y aciertos, pero mantuvo con firmeza una posición que era una exigencia moral para el líder de la democracia más antigua del mundo. Rompió, de este modo, con la debilidad de Carter.
Reunió el Estado Mayor, preguntó en qué partida militar superaban a la URSS y el Pacto de Varsovia, y tras recibir respuestas negativas en cada una de éstas, les dijo: hay algo en lo que somos claramente superiores a ellos, en dinero. De este modo lideró unas ingentes inversiones en Defensa, en una tecnología que se llamaría “guerra de las galaxias” y que obligó al otro lado del Muro de Berlín a hacer un sobreesfuerzo presupuestario, que aceleró la quiebra de las economías socialistas y con ella la caída del propio Muro y de los sistemas totalitarios en Europa.
Afirmaba el ex presidente que las diferencias entre una democracia y una democracia popular son las mismas que existen entre una camisa y una camisa de fuerza. Tal vez por ello el fantasma de Reagan, en tanto símbolo de la responsabilidad individual y el Estado de Derecho, no cesa de poblar las pesadillas de los nostálgicos del totalitarismo.
Quizás merezca la pena recordar lo que dijo frente a la Puerta de Brandemburgo: “mientras la puerta esté cerrada, mientras se permita esta herida de muro, no es sólo la cuestión alemana que permanece abierta, sino la cuestión de la libertad de toda la humanidad. Pero no he venido aquí a lamentarme. Puesto que encuentro en Berlín un mensaje de esperanza, incluso a la sombra de este muro, un mensaje de triunfo”. Un triunfo que fue el suyo, y el de millones de europeos que recuperaron una libertad que nunca debieron perder.
Los años en la Casa Blanca
- 20-I-1981. Jura el cargo. Recuperan la libertad las personas que permanecían secuestradas en la embajada norteamericana de Teherán (Irán).
- 30-III-1981. John W. Hinckley Jr. intenta asesinarle. Reagan pasa a engrosar la lista de mandatarios norteamericanos –ocho- víctimas de un atentado... e inaugura la de supervivientes.
- 29-VII-1981. Aprueba una ley de recorte de impuestos.
- Agosto de 1981. Despide a más de 11.000 controladores. La huelga que protagonizaban amenazaba colapsar el tráfico aéreo en EEUU.
- 21-IX-1981. Sandra Day O’Connor es designada juez de la Corte Suprema, tras ser propuesta en julio por el presidente. Se convertía así en la primera mujer que ocupaba un asiento en la más alta magistratura norteamericana.
- 2-X-1981. Anuncia la puesta en marcha de la Iniciativa de Armas Estratégicas.
- 31-V-1982. Propone a la URSS el Tratado para la Reducción de Armas Estratégicas (START, por sus siglas en inglés).
- 8-VI-1982. Se convierte en el primer presidente de EEUU que pronuncia un discurso (‘La cruzada de la libertad’) ante las dos Cámaras del Parlamento británico.
- Verano de 1982. Comienza la etapa de expansión económica, que se prolongará hasta el verano de 1990. Hasta entonces no se había registrado un ciclo positivo tan duradero.
- 25-VIII-1982. Envía los marines a Beirut, tanto para garantizar la seguridad en el aeropuerto de la ciudad como para intentar evitar una guerra entre Israel y el Líbano.
- 8-III-1983. Califica a la URSS de “Imperio del Mal” en un discurso ante la Asociación Nacional de Evangélicos.
- 18-IV-1983. La Yihad Islámica perpetra un atentado terrorista contra la embajada de EEUU en Beirut. Mueren 60 personas, 17 de ellas norteamericanas.
- 23-X-1983. Mueren 241 marines y 58 paracaidistas franceses en un doble atentado suicida contra los acuartelamientos de EEUU y Francia en la parte occidental de Beirut.
- 25-X-1983. Tropas norteamericanas invaden la isla de Granada para derrocar al dictador comunista Maurice Bishop.
- 2-XI-1983. Firma el decreto que declara fiesta nacional el Martin Luther King Day.
- 26/30-IV-1984. Suscribe en China un acuerdo sobre armas nucleares.
- 23-VIII-1984. Acepta ser el candidato republicano en las próximas elecciones presidenciales.
- 6-XI-1984. Vence en la carrera a la Casa Blanca al demócrata Walter Mondale, con el 60 por ciento del voto popular y la más amplia diferencia registrada nunca en el colegio electoral (525 a 13). Fue el candidato preferido de la población en 49 de los 50 Estados que conforman la Unión.
- 13-VII-1985. Un cáncer de colon le obliga a pasar por el quirófano.
- 9-IX-1985. Promulga una serie de medidas económicas contra el régimen segregacionista de Sudáfrica.
- 7-X-1985. Terroristas del Frente para la Liberación de Palestina secuestran el crucero Achille Lauro y asesinan a uno de sus 400 pasajeros, de nacionalidad norteamericana.
- 16-XI-1985. Se reúne en Ginebra con el líder de la URSS, Mijaíl Gorbachov, y llegan a un acuerdo para reducir el armamento nuclear.
- 7-I-1986. Decreta sanciones económicas contra el régimen del dictador libio Muamar el Gadafi.
- 28-I-1986. La lanzadera espacial Challenger explota 73 segundos después de despegar. Mueren sus siete tripulantes.
- 25-II-1986. Con la oposición inicial de la CIA, el Departamento de Estado y el Pentágono, decide enviar misiles antiaéreos Stinger a los guerrilleros afganos que luchaban contra el Ejército soviético, que había invadido su país a finales de 1979.
- 14-IV-1986. Fuerzas norteamericanas efectúan un bombardeo selectivo sobre Trípoli y Benghazi, en represalia por la implicación del régimen libio en actividades terroristas.
- Noviembre de 1986. Estalla el escándalo Irangate. La Casa Blanca admite que vendió armas a Irán, pero no que las intercambiara por los rehenes de la embajada en Teherán. Posteriormente se conocerá que una parte (30 millones de dólares) de las ganancias obtenidas con la venta de armas fue a parar a la contra nicaragüense, la guerrilla que combatía por entonces a la dictadura sandinista.
- 19-II-1987. Levanta las sanciones económicas que pesaban sobre el régimen comunista de Polonia.
- 4-III-1987. Admite en un discurso televisado que los tratos con Irán degeneraron en un intercambio de armas por rehenes. Fue “un error”, dijo.
- 17-V-1987. Un misil iraquí impacta en el USS Stark, un buque de las Fuerzas Armadas norteamericanas que navegaba por aguas del Golfo Pérsico.
- 2-VI-1987. Paul Volcker dimite como presidente de la Reserva Federal. Le sustituye Alan Greenspan, que aún ostenta el cargo.
- 12-VI-1987. Visita Berlín y pronuncia, ante la Puerta de Brandemburgo, uno de sus más célebres discursos; aquel en que dijo al máximo líder soviético: “Señor Gorbachov: ¡Abra esta puerta, derribe este muro!”.
- 8/10-XII-1987. Cumbre de Washington. Reagan y Gorbachov firman el Tratado de Armas Nucleares de Alcance Medio, por el que se comprometen a eliminar éstas de sus arsenales.
- 2-I-1988. Suscribe el acuerdo de libre comercio con Canadá.
- 11-V-1988. Respalda la candidatura de George H.W. Bush a la Casa Blanca.
- 31-V-1988. Pronuncia un encendido discurso en defensa de los valores del mundo libre ante un nutrido grupo de estudiantes de la Universidad de Moscú.
- 1-VI-1988. Cumbre de Moscú. Regan y Gorbachov ratifican lo firmado seis meses antes en Washington.
- 15-VIII-1988. Pronuncia un discurso de despedida ante la Convención Nacional Republicana.
- 8-XII-1988. Celebra su última rueda de prensa como presidente.
- 11-I-1989. Pronuncia su discurso de despedida al pueblo norteamericano.
- 20-I-1989. Abandona la Casa Blanca, con los índices más altos de aprobación desde Franklin Delano Roosevelt. Regresa a California.
El Ocaso
- Junio de 1989. La reina Isabel II de Gran Bretaña le otorga el título de caballero.
- Noviembre de 1990. Publica su segunda y última autobiografía: ‘An american life’.
- 4-XI-1991. Abre sus puertas en Simi Valley, California, la Biblioteca-Museo Ronald Reagan.
- 17-VIII-1992. Pronuncia un discurso ante la Convención Nacional Republicana; un discurso donde revela que le gustaría ser recordado como “aquel que apeló a vuestras mejores esperanzas, no a vuestros peores temores, a vuestra confianza más que a vuestras dudas”.
- 5-XI-1994. Anuncia al pueblo norteamericano, por medio de una carta abierta, que padece Alzheimer. “Estoy emprendiendo el viaje que me llevará al ocaso de mi vida”, escribe en la misiva. Y continúa diciendo: “Sé que América siempre tendrá por delante un brillante amanecer”.
- 8-VIII-2001. Muere de cáncer su hija Maureen.
- 12-VII-2003. La Armada da su nombre a un portaaviones. Es la primera vez que se tributa tal homenaje a un presidente vivo.
- 5-VI-2004. Fallece en su residencia de Bel Air (Los Ángeles).
Ronald Reagan tuvo siempre una gran capacidad para el humor y las frases que se quedan en el recuerdo. una seleccion de algunas de las más célebres.
- “Es cierto que el trabajo duro jamás mató a nadie, pero lo que yo digo es: ¿para qué arriesgarse?”
“En 1960 me di cuenta de que el verdadero enemigo no eran los Grandes Negocios, sino el Gran Gobierno.”
“A veces nuestra mano derecha no sabe lo que está haciendo nuestra mano de extrema derecha.”
“La recesión se produce cuando el vecino pierde su trabajo; la depresión, cuando el que lo pierde es uno mismo; y la recuperación, cuando quien lo pierde es Jimmy Carter.”
“Yo soy el del reloj” (Al firmar una foto donde aparecía con el chimpancé Bonzo).
“Sus carteles dicen ‘Haz el amor, no la guerra’, pero tienen pinta de que no podrían hacer ninguna de las dos cosas” (Sobre una muchedumbre de manifestantes pacifistas)
“Querida, olvidé agacharme” (A su esposa, Nancy, tras ser herido de bala por John W. Hinckley Jr., el 30 de marzo de 1981).
“Por favor, díganme que todos ustedes son republicanos” (A los médicos que le iban a operar de las heridas que sufrió en el intento de magnicidio).
“Se supone que la política es la segunda profesión más vieja del mundo. Estoy empezando a darme cuenta de que se parece mucho a la primera.”
“Compatriotas: Estoy encantado de comunicaros que hoy he firmado una ley que proscribe a los rusos para siempre. El bombardeo empieza dentro de cinco minutos” (Probando micrófonos antes de su emisión radiofónica semanal, el 11 de agosto de 1984).
“Si usted busca la paz, si usted busca la prosperidad de la URSS y Europa del Este, si usted busca la liberalización, venga a esta puerta... abra esta puerta... tire abajo este muro” (A Gorbachov, en el discurso que pronunció en junio de 1987 ante la Puerta de Brandemburgo).
En 1982 el reportero de televisión Sam Donaldson le gritó, después de una rueda de prensa: “Señor Presidente. Esta noche usted ha culpado de la recesión tanto a los errores cometidos en el pasado como al Congreso. ¿No tiene usted ninguna culpa?” A lo que Reagan respondió: “Sí, porque fui demócrata durante muchos años”.
“Que no haya malentendidos: no es mi intención acabar con el Gobierno. Prefiero hacerlo trabajar, con nosotros, no sobre nosotros; que marche junto a nosotros, y no sobre nuestras espaldas. El Gobierno puede y debe proporcionar oportunidades, no asfixiarlas; fomentar la productividad, no reprimirla”.
“Sobre todo, tenemos que darnos cuenta de que no hay armas en los arsenales del mundo más formidables que la voluntad y el coraje moral de los hombres y mujeres libres”.
“El aborto sólo es defendido por personas que ya han nacido”.
“La política es una profesión muy gratificante. Si tienes éxito, recibes muchas recompensas; si fracasas, siempre puedes escribir un libro”.
“América es demasiado grande para tener sueños pequeños”.
“Siempre podremos recordar, siempre podremos estar orgullosos, siempre podremos estar preparados, porque siempre seremos libres”.
“El Gobierno que crece más allá de nuestro consentimiento se convierte en un gigantesco madero lanzado contra las puertas de la oportunidad, amenazando con echar abajo los cimientos de nuestra libertad”.
“Esta es la cuestión que se dirime en estos comicios: si creemos en nuestra capacidad de gobernarnos a nosotros mismos o si abandonamos los ideales de la Revolución Americana y confesamos que una pequeña elite intelectual en una lejana capital puede planear nuestras vidas mejor de lo que lo haríamos nosotros” (Fragmento de ‘Tiempo de elegir’, el discurso que pronunció el 27 de octubre de 1964 en favor del candidato del Partido Republicano a la Casa Blanca, Barry Goldwater).
“Vamos a ir hacia delante, pero no vamos a dejar a nadie atrás” (Julio de 1980. Convención Nacional Republicana).
“En la presente crisis, el Gobierno no es la solución, es el problema” (Discurso inaugural de su primer mandato, 20 de enero 1981).
“Siempre he dicho que lo más parecido a la vida eterna que puede verse en la tierra es un programa de gobierno” (abril de 1986).
“Creo que el comunismo es otro lamentable, extraño capítulo de la historia humana cuyas últimas páginas se están escribiendo ahora” (Discurso ante la Asociación Nacional del Evangélicos, 8 de marzo de 1983).
“Los hombres de Normandía tenían fe en que estaban haciendo lo correcto; fe en que luchaban por toda la humanidad; fe en que un Dios justo les concedería la gracia en esa cabeza de playa y en lo sucesivo. Era el profundo conocimiento –y ruego a Dios que no lo hayamos olvidado- de que hay una profunda diferencia moral entre el uso de la fuerza para la liberación y el uso de la fuerza para la conquista” (Fragmento de su discurso conmemorativo del 40º aniversario del Desembarco de Normandía, 6 de junio de 1984).
“Irónicamente, Karl Marx tenía razón. Hoy somos testigos de una gran crisis revolucionaria. Pero esa crisis está sucediendo no en el Occidente libre, no marxista, sino en la casa del marxismo leninismo, la URSS (...) Es la URSS la que marcha contra la corriente de la historia por denegar la libertad y la dignidad humana a sus ciudadanos. Si la alianza occidental permanece fuerte puede provocar una marcha de libertad y democracia que deje al marxismo leninismo en el basurero de la historia” (Ante el Parlamento Británico, 8 de junio de 1982).
“A veces me he preguntado qué aspecto tendrían los Diez Mandamientos si Moisés los hubiese pasado por el Congreso de los EEUU”.
“El Gobierno es como un bebé: un canal alimenticio con gran apetito en un extremo y ningún sentido de la responsabilidad en el otro”.
“El gobierno no soluciona problemas; los subsidia”.
“El mostrador de un funcionario es lo más cerca que estaremos de la eternidad en esta vida”.
“El tamaño del presupuesto federal no es un barómetro adecuado para medir la conciencia social o el interés caritativo”. (Ante la Alianza Nacional de Negocios, 5 de octubre de 1981).
“El otro día alguien me contó la diferencia que hay entre una democracia y una democracia popular: es la misma que existe entre una camisa y una camisa de fuerza” (Comentario en el Día de los Derechos Humanos, 10 de diciembre de 1986).
“La historia enseña que las guerras comienzan cuando los gobiernos consideran que el precio de la agresión es bajo” (Discurso a la nación, 16 de enero de 1984).
“La visión gubernamental de la economía puede resumirse en unas cortas frases: si se mueve, ponle un impuesto; si se sigue moviendo, regúlalo; y si no se mueve más, dale un subsidio” (Comentario ante la Conferencia de la Casa Blanca sobre el Pequeño Comercio, 15 de agosto de 1986).
“No existen cosas tales como límites al crecimiento, porque la capacidad humana de inteligencia, imaginación y asombro no tiene límites”.
“Un comunista es alguien que ha leído a Marx y a Lenin. Un anticomunista es alguien que ha entendido a Marx y a Lenin”. (Comentario en Arlington, Virginia, el 25 de septiembre de 1987).
“Rodéate de la mejor gente que encuentres, delega autoridad y no interfieras” (Declaraciones a la revista Fortune, 15 de septiembre de 1986).
“Este tipo que han elegido afirma que es el nuevo Thomas Jefferson. Bien, dejadme deciros una cosa: yo conozco a Jefferson, es amigo mío; y... gobernador... ¡usted no es Thomas Jefferson!” (En alusión al gobernador de Arkansas Bill Clinton, candidato demócrata a la Casa Blanca en 1992. Convención Nacional Republicana, 1992).
Personalmente me parece uno de los personajes mas despreciables de los muchos de Yankilandia. Con su apoyo a los terroristas de la contra nicaragüense impidió el normal desarrollo del régimen a un estado mas democrático , soberano y desarrollado. Nicaragua tuvo que utilizar sus recursos en defenderse de la agresión permanente de USA en vez de poder dedicarlos al desarrollo del país.
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