1462: El embrollo de los tres reyes catalanes

El 1 de agosto de 1462 la Generalitat y el Consell de Cent de Barcelona destronaron al rey Juan II, levantaron en armas a Cataluña y ofrecieron el trono de Aragón al castellano Enrique IV: con él, también se alzarían los reinos de Aragón y Valencia. 

Sin embargo, el que se llamó Enric I sólo quiso ser conde de Barcelona y señor de Cataluña. Y aún así, pronto abandonó. 


Más tarde, a principios de 1464, las instituciones eligieron nuevo rey de Aragón y Sicilia a Pedro de Avis y Aragón (Pere IV de 1464 a 1466), pero , murió a mediados de 1466. Las Cortes de Aragón, Valencia, Mallorca y Sicilia, confusas hasta ese momento, tomaron partido por Juan II. 

No obstante, los catalanes hicieron nuevo rey de Aragón y Sicilia a Renato de Anjou (Renat I). Cuando, después de diez años de lucha, Juan II puso sitio a Barcelona y la bloqueó por mar, la Generalitat y el Consell tiraron la toalla. Y el 17 de octubre de 1472, el rey entró en Barcelona. Esto es, telegráficamente, lo que escribió el aragonés Zurita sobre los reyes catalanes.

Tres centurias después, en la Cataluña de mediados del siglo XIX, el movimiento historicista de la Renaixença consideró legítimo el alzamiento de 1462. Poco después comenzó a hablarse de la Unión, de la Confederación y de la Corona Catalano-Aragonesa. También de Catalunya-Aragó, como si aquel hubiera triunfado. Ademas, los reyes catalanes ya no eran sólo Enric, Pere y Renat, sino todos los monarcas de los Reinos y Tierras de Aragón, desde Alfonso II hasta Felipe V -Alfons I y Felip IV, en Cataluña.

Más tarde, a mediados del siglo pasado, lejos de Cataluña, Menéndez Pidal, director de una monumental y todavía no superada Historia de España, se refiere a Enric como rey de Aragón y conde de Barcelona. Y, ya en la línea de Zurita, a Pere y Renat como reyes de Aragón y Sicilia. Sólo en una ocasión adjetiva al portugués de rey intruso, tal vez por corrección política.

Por esos años, en Cataluña se han abandonado parcialmente las estimaciones defendidas por la Renaixença, como ponen de manifiesto, entre otros, Jaume Sobrequés y Vicens Vives.

El primero recoge que a Enrique IV le fue ofrecida la corona del Principat y llegó a ser senyor del mismo, aunque en un trabajo anterior lo había hecho "rei de Catalunya". Respecto a los otros dos, casi coincide con Zurita: al segundo, consigna, le fue ofrecida la corona, convirtiéndose en el nuevo rey Pere IV de Catalunya-Aragó; y al bueno de Renat también lo cita como rey de Cataluña.

Por su parte, Vicens Vives afirma que Enric I fue proclamado rey de Aragón, pero no asumió el título. Que Pere IV, aunque le fue ofrecida la Corona de Aragón y siempre actuó como rey, era considerado por las instituciones catalanas sólo duc o jefe militar y cap de la republica o cabeza de la república; además, no se refiere nunca a él como rey de Aragón, y sí un par de veces, como soberano "intruso", con el subterfugio que encierra el entrecomillado. Hasta aquí se aproxima bastante a lo dicho por Zurita. Sin embargo, de Renat I no habla ni una sola vez como rey, conde o soberano... Por otro lado, a los alzados los califica de "rebeldes", también entre sospechosas comillas.

Respecto a la cuestión, en nuestros días, los historiadores mantienen criterios dispares. La más negra incertidumbre se cierne sobre el curioso lector no especializado, si pretende dilucidar quien tiene razón. Y hasta puede caer en el desasosiego al acudir a los libros de mayor difusión.

Así, el Diccionari d´Història de Catalunya, dirigido por Jesús Mestre, no nombra a Enric, se refiere a Pedro IV como rei de Catalunya, y cita a Renat como receptor del comtat de Barcelona.

Por su parte, la Gran Enciclopèdia Catalana, de Carbonell y Carreras, heredera de los postulados nacidos con el movimiento historicista catalán del XIX, concede a Enric, Pere y Renat la condición de reyes de Catalunya-Aragó, aunque manifiesta que lo fueron efectivamente, sólo de Cataluña. Sin embargo, llama poderosamente la atención que insista en dar aquel título -reyes de Catalunya-Aragó- a todos los monarcas que de Aragón han sido, desde el siglo XII al XVIII.

Partiendo de la convicción de que los autores y directores citados, todos de reconocido prestigio académico, han dispuesto de las fuentes documentales originarias, ¿quién yerra adrede...?




Autor: Julio Blanco

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